Un poco más animales

Aristóteles opinaba que el objetivo de la vida era ser feliz, y es bien sabido que el hombre es más feliz mientras más en el presente logre estar. Los animales por su parte, viven en el eterno presente, sus vidas transcurren saltando de un instante a otro, siendo imposible para ellos recordar el instante pasado o divagar sobre el instante venidero.
 
En occidente, históricamente nos hemos querido distanciar de los animales, nos hemos querido creer superiores porque tenemos algo que ellos no tienen que es: la razón. Pero es precisamente la razón aquello que nos distancia de vivir en el eterno presente como lo hacen los animales, es la razón lo que nos impide en el fondo llegar con facilidad a ser felices.
 
Mi amor a la naturaleza y a los animales no es solo por mi creencia de que en ellos habita la perfección, sino porque también son un ejemplo de cómo podemos llegar a ser felices.
 
Quizás en esta vida lo que necesitamos, es ser un poco más animales.