¿Quién se comió mi hierba?
A este red hartebeest, lo agarré con las manos en la masa, como cuando agarras a un niño comiéndose el último pedacito de torta que queda en la nevera, que al preguntarle: ¿Quién se comió la torta? Te responde que no fue él con la cara llena de chocolate.
La expresión es lo que más me resulta fascinante, la cara de susto, con las orejas paradas, los ojos desorbitados y el pedacito de torta, o mejor dicho de hierba en la boca. Obviamente no me escuchó acercarme hasta que ya era demasiado tarde, en otras palabras, hubiera sido un león y la historia hubiese sido, muy probablemente, diferente.
Ediciones Limitadas
- En Metacrilato: Ed. Ltda. de 3 pzas
- En Papel Fotográfico: Ed. Ltda. de 25 pzas