Las madres, siempre serán madres

Recuerdo haber tomado esta fotografía de madrugada justo al lado de un estanque de agua dentro del Addo Elephant National Park en Sudáfrica, y así, a unos pocos metros de distancia, me senté a esperar a que los diferentes animales, muchos de ellos todavía adormilados, fueran acercándose a tomar agua en el estanque.
 
Esa mañana hubo dos escenas que me resultaron fascinantes, la primera fue la de un búfalo africano envejecido con un cuerno roto a la mitad y malhumorado, que a medida que se iba acercando, todos los demás animales, temerosos, se iban retirando del estanque para dejarlo tomar agua solo.
 
Y la segunda escena es la que ven en la fotografía, la de esta mamá cebra y su bebé. Imagen que no solo me fascina por el tema de las luces del amanecer que les pegan al costado a las figuras, sino que también, por su lenguaje corporal. 
 
“La madre desconfiada por nuestra presencia, nos observa por el rabo del ojo con una de las piernas traseras flexionada, como lista para tirar una patada, y por su parte, la cría temerosa, se coloca enfrente de la madre en busca de protección”.