Domo de la Roca II

Desde que fui a Marruecos en el año 2007 el mundo árabe logró cautivar mis sentidos. Una cultura extremadamente rica en contenido e importante en la evolución histórica de la humanidad.
 
Recuerdo que hace algunos años había escrito, que cuando me hablaban de “los árabes”:
 
Pensaba en La Alhambra.
Pensaba en la infinitud del Sahara: en el color rojizo, en el tacto y en la danza del viento en la arena, en la energía de los cielos estrellados y en la profundidad y claridad de los ojos de las tribus Tuareg.
Pensaba en las vibraciones de las oraciones en Estambul y en la magia de encontrarte en el momento preciso entre las mezquitas Azul y Santa Sofía.
Pensaba en diseños perfectamente modulares, especias, cueros y en los mercados de Marruecos.
Y que por último, pensaba en la palabra belleza.
 
Y eso que para aquel momento, no había ido a la “Gran Mezquita de Abu Dhabi” que es en mi opinión, una de las creaciones hechas por el hombre, más espectaculares. Por otra parte, y a través del islam, también nos regalaron el Taj Mahal.
 
Pero volviendo a esa belleza conocida como el Domo de la Roca y hablando un poco de historia específica.
 
El Domo de la Roca está ubicado en el centro del Monte del Templo, llamado así por ser el lugar en donde fueron construidos el primero y segundo Templo de Salomón en Jerusalén. Lugar sagrado para hebreos, cristianos y musulmanes.
 
Ríos de tinta tendrían que correr, como decía uno de mis queridos profesores en la universidad, para poder ser asertivo y respetuoso, en explicar a que se debe la importancia de aquel lugar para estas tres grandes religiones.
 
Pero les puedo comentar que para la tradición judeocristiana, fue en ese lugar en donde Abraham estaba supuesto a sacrificar a su hijo Isaac, y que para el islam, fue también en ese mismo lugar en donde Mahoma ascendió a los cielos montado en su caballo alado Buraq, en compañía del Ángel Gabriel.
 
Esta edificación que en realidad no es una mezquita, fue construida entre los años 687-691 y es en mi opinión, una verdadera obra de arte de la humanidad. Siendo el tercer lugar de mayor importancia para el Islam después de La Meca y Medina.
 
Por último, les comento que si hay algo que jamás estaré dispuesto a hacer, es colocar elementos que no estaban en el plano al momento de tomar una fotografía. Lo que quiero reforzar con esto, es que esas tres personas que ven en la imagen, como cada una en su mundo, estaban ahí a la hora de tomar la fotografía.
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A nivel simbólico, en ellas veo a las tres grandes religiones de occidente.